Rocío Englender presenta «La Luna es una lámpara» como parte de la muestra #10 de la Beca Mundo Dios. La obra es una escultura que consiste en una enorme cinta circular de metal de casi tres metros de alto por tres metros sesenta de ancho rodeada por tres paneles pintados con tonos ocres y dorados.
La primera impresión que causa, cuando caminamos por la sala de exposiciones del Teatro Auditorium, es el ingreso a un sector que parece un decorado de una obra expresionista, por la simpleza del diseño, por el juego de las sombras sobre los paneles y por la consiguiente artificialidad del objeto representado. El metal brilla ante la exposición de las luces, los pliegues de la soldadura y las texturas del metal generan un relieve interesante y sumamente atractivo. Cuando se camina en torno a la plancha, el plano se contrae al tiempo que el espacio se abre o se cierra, es decir se expande.
Si tomamos distancia del trabajo y la apreciamos desde el extremo más alejado de la sala la enorme esfera parece perder nitidez, incluso se funde con el fondo y hasta podríamos pensar que una parte se recorta contra un imaginario firmamento.
La luna es un astro que siempre causa una fuerte presencia en el hombre y en la muestra de Rocío Englender transmite un absoluto valor de poesía visual.
La luna es una lámpara de Rocío Englender
Teatro Auditorium
Hasta el 20 de septiembre