Los artistas autogestionados de Mar del Plata, el sueño de lo posible

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Un circuito de arte contemporáneo gestionado por los propios artistas viene adquiriendo un ascendente protagonismo en Mar del Plata. Son espacios alternativos que nacieron como respuesta a la falta de lugares institucionales para muestras y programas de perfeccionamiento.

¿Cuándo se vuelve un artista gestor? El día que decide transformarse en hacedor de sus propios proyectos. Generalmente proceden de un vacío que deben cubrir de alguna manera, a veces se convierte en una oportunidad para otros, porque su acción tiene una importante dinámica de transformación social. El artista gestor es un jardinero que se encarga de cultivar nuevas especies en un vivero cultural. Tiene a su cargo diversas tareas como búsquedas de fuentes de financiamiento para sostener sus emprendimientos, selección de artistas que formarán parte de su colección, impulsar redes y alianzas de colaboración, encargarse de la comunicación y difusión de sus actividades, generar programas de perfeccionamiento y organizar una agenda artista para impulsar su espacio. No es una actividad sencilla, incluso a veces debe ceder parte del tiempo que necesita para su tarea de creación, pero la autogestión artística es una práctica que puede verse como una obra en sí misma.

Mundo Dios

Dos jóvenes artistas caminaban por la calle buscando un lugar para alquilar. Tenían un proyecto en la cabeza que habían iniciado hacía un par de años y querían cristalizarlo con un lugar físico que pudieran utilizar como un centro de acción. Llegaron al corazón mismo del puerto en la esquina de la Avenida de los Trabajadores y 12 de octubre, frente a sus ojos pudieron contemplar un modesto cartel de “Alquilo Oficinas” que colgaba de un edificio histórico que pertenecía a la antigua compañía francesa que construyó el puerto de la ciudad. Los artistas eran Daniel Basso y Juan José Souto, ambos habían encontrado el lugar exacto que necesitaban para escribir una nueva historia. Así comenzaba el mito de Mundo Dios, que aterriza sobre el planeta del arte contemporáneo local sin moldes preconcebidos, una especie de mascarón de proa que irrumpe sobre lo establecido.
Su espacio cuenta con dos salas de exposiciones, amplios salones para encuentros donde se realizan charlas, talleres y fiestas con Djs, una bohardilla frente a una enorme chimenea de piedra y un residencial para artistas.
Mundo Dios es conocido también por su Beca de perfeccionamiento que recibe el apoyo del Fondo Nacional de las Artes y posibilita que varios artistas emergentes de la ciudad puedan acceder a programas de formación en los cuales participan distintos especialistas como Enersto Ballesteros, Juliana Iriart, Rafael Cippolini, Elvira Amor, Marcela Baltar, Yamandú Rodríguez, Adriana Sassali, Mariana Pellejero y Mariano Ulloa. Una de las características de la beca es la presentación de muestras individuales y colectivas de la producción de los artistas que participan de los encuentros. En septiembre de 2015 Mundo Dios celebró sus seis años de trabajo continúo con la exposición «Las manos en el Fuego» en el Centro Cultural Rojas de Buenos Aires, presentando la producción de los becados que participaron en las dos ediciones. Algunos de los artistas que forman parte de Mundo Dios son Ariel Bassano, Benjamín Malvicino, Federico Domínguez Zacur, Rocío Englender, Celina Eceiza, Lala Ladcani, Melisa Casella, Julia Andreasevich, Corina Arrieta, Felipe Reynoso, Nahuel Agüero, Santiago Ruau, Franco Nicolás Cajal, Pedro Argel, Ignacio Mendía, Agustín Huarte, Carla García Rebecchi, Leticia González, Facundo Miranda, Julieta Paladino, Florencia Reisz, Sabrina Federico, Marcos Eugenio Montoya, Marina Di Milta

El Querido / Arte Contemporáneo

Durante un buen tiempo los artistas Josefina Fossatti y Claudio Roveda estuvieron pensando en un proyecto artístico que permitiera desarrollar un espacio que actué como una base para explorar los caminos del arte contemporáneo a todos aquellos que tuvieran la necesidad de transitarlos. Así surgió “El Querido / arte contemporáneo” un nuevo punto de encuentro ubicado en Viña del Mar 1084 bis en el Barrio Mundialista, una hermosa casa con un jardín que invita a la contemplación. El Querido muy pronto se convirtió en una referencia destacada para el perfeccionamiento de los artistas locales con el lema “ponete en duda” una manera de estimular el crecimiento profesional. Tienen a su cargo los Martes Experimentales (EL MEX), un taller de producción que tiene como propósito trabajar sobre la obra en proceso con una mirada contemporánea. Al MEX hay que sumar el Grupo de Reflexión, Análisis y Producción de Arte, más conocido por su sigla GRAPA que consiste en un colectivo de artistas que participan de una clínica de análisis de obra. GRAPA es uno de los proyectos artísticos contemporáneos más interesantes dentro del escenario del arte autogestionado de la ciudad de Mar del Plata. Todos los años el colectivo GRAPA realiza una muestra grupal a modo de síntesis de todo aquello vivido y experimentado en el proceso de aprendizaje.
Algunos de los artistas que forman parte de GRAPA son Patricia Traverso, Florencia Reisz, Facundo Miranda, Carolina Wacker, Nicolás Berenz, Claudia Ecenarro, Claudia Sabal, Mariana Ben, Soledad Rebaudi, Mauricio Escalada, María Mackeprang, Juan Ignacio Echeverría, Laura Manino, Florencia Saez, Pablo Silva, Natalia Beresiarte, Luciando León Liguori, Lole Remón, Loli Kloberdanz y Facundo Lugea

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Salto Luz

El artista Wlater Barrios consideraba que era fundamental conocer el lenguaje visual en una sociedad colapsada por la reprodución de imágenes. Mientras ejercía su tarea como docente en colegios secundarios decidió aplicar los conocimientos que adquiría en el terreno de la fotografía para crear un espacio en Mar del Plata que impulsara el estudio de la imagen desde la perspectiva del arte contemporáneo para revalorizar el papel de la fotografía. En 2009 fundó Salto Luz, un espacio que gestiona con su mujer Luisina Urristi y la colaboración de Leo Hernández, Ailín Sureda y Manuela Fernández Pozobón. Comenzó brindando talleres de fotografía y en poco tiempo abandonó la docencia en colegios para dedicarse integramente a su proyecto.
Con el tiempo Walter Barrios decidió expandir su propuesta para abrirla a la comunidad a través de charlas abiertas donde se exponen diversas temáticas relacionadas con el lenguaje visual a cargo de destacados autores que dialogan sobre su obra y trayectoria. A sus propuestas de aprendizaje se suman clínicas y talleres con artistas de gran importancia y trayectoria como Marcos López, Ignacio Iasparra, Ataúlfo Pérez Aznar y Alberto Goldenstein.
Salto Luz realiza todos los años diferentes eventos artísticas como intervenciones urbanas y exposiciones con la producción de sus alumnos como síntesis del proceso de trabajo que llevan adelante. A partir de 2016 con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes brindará una Beca de análisis y producción de obra en fotografías, videoinstalaciones y videoart con las tutorías del mismo Walter Barrios, Rodrigo Alonso y Raúl Flores. Las noticias no se detienen, Walter Barrios sigue gestionando nuevos proyectos y a partir de junio lanza “Nan escucha la música de Eggleston (NaN)” una galería especializada en fotografía y nuevos soportes.

Salto Luz

Le Putit Mansión

No hay nada más perturbador para un artista que la ausencia de espacios para contener su producción. Nahuel Agüero sentía una incomodidad por aquella situación, “estaba algo molesto, no encontraba un lugar que me permitiera exponer mi obra, había llegado a una especie de límite dentro de la ciudad” Era una preocupación que compartía con otros artista de su generación. La necesidad de cubrir ese espacio que faltaba impulsó a Nahuel Agüero en compañía de Pedro Argel y Oscar Cruz a crear Le Putit Galerie en Luro 4448, un sitio pionero dentro de los nuevos espacios de artistas jóvenes que inmediatamente empezó a nuclear distintas expresiones alternativas del arte contemporáneo para convertirlas en palabras de los mismos protagonistas en la galería de arte más kamikaze de la ciudad por sus propuestas disruptivas. Combinando una estética que responde a dar visibilidad a ciertas prácticas emergentes fueron adquiriendo con el tiempo una fuerte identidad y presencia en el terreno del arte contemporáneo local al punto de celebrar en marzo de 2015 su primer año de vida con la muestra “La Cabida Eterna” en el Teatro Auditorium. En Le Putit también tenían espacio otras expresiones artísticas como eventos de poesía experimental, bienales de fanzines, recitales de bandas punk y electrónica, todo en un cruce de disciplinas. A principios 2016 consiguieron una beca grupal del Fondo Nacional de las Artes y se trasladaron a Mitre 2107 con un emprendimiento nuevo, Le Putit Mansión, un múltiple espacio integrado por La Pequeña, una feria de moda alternativa, Rebecchi Estudio, un área para clínicas y producción de diseño de autor a cargo de la artista Carla García Rebecchi, Argel Tatto un salón de tatuaje artístico y la galería de arte experimental Le Putit. Para la inauguración asistió el artista visual de trascendencia internacional Ernesto Ballestero quien realizó una acción en el lugar. Nahuel Agüero en compañía de los artistas que acompañaron el proyecto desde el principio siguieron estructurando el espacio y encararon un nuevo desafío denominado Galería Poder, el cual clasifican como el lado B de Le Putit Galerie. Una fresca propuesta de arte más informal y relajado según comentan ellos mismos, la cual está íntimamente vinculada a Le Putit Galerie.

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Casa Yakuzi

¿Qué pasaría si dos artistas con estéticas distintas se reúnen en un espacio para mostrar sus trabajos? Sería una extraña mezcla de ingredientes ¿Y si este lugar de exhibición fuese un bar donde la gente disfruta un trago mientras mira arte? Eso se convertiría en un auténtico cocktail artístico. Y así es como nació la idea de llevar una galería de arte a un espacio público, un proyecto encarado por los artistas Facundo Miranda y Mariana Ben quienes dieron vida a Cocktail – Galería Mutante. Durante dos años planificaron muestras en las cuales siempre participaban dos artistas visuales que intervenían el espacio del Bar La Guagua al calor de un encuentro en donde también participaban músicos y escritores. La particularidad de realizar una muestra de arte contemporáneo en un espacio no convencional es una característica expansiva y experimental que hace muy interesante esta iniciativa.
La experiencia de Cocktail encontró su camino en un proyecto más amplio por parte de los artistas y así fue como Facundo Miranda y Mariana Ben se unieron con Nicolás Berenz, Florencia Reizs y Ornella Gaudini para fundar Casa Yakuzi. Ubicado en una antigua edificación del siglo pasado en la calle Rivadavia 3532, el sitio se presenta como una especie de coworking cultural en donde funcionan los talleres de los artistas, el centro de impresión y diseño gráfico Darsena, el laboratorio de grabado Subsuelo, el centro de medios audiovisuales Pentaprisma, la galería de arte Cocktail y espacios en alquiler para otros artistas. Multiplicarse es el motor para el auténtico crecimiento.

Yoshimi

Yoshimi nació en 2014 con el objetivo de conformarse como una galería de arte joven autogestionada. “La intención fue abrir el juego y sumar un arista al recorrido del mapa cultural” comenta Emilio Montari el gestor y creador del espacio quien tenía una experiencia previa colaborando en varios proyectos artísticos como el caso de la Semana de Arte Contemporáneo (SAC) organizada por José María Casas. “Los antecedente fuertes de otros emprendimientos autogestionados como Baltar, Voragine y lugares de ese calibre, me hicieron saber que se podía hacer”. Yoshimi empezó en un local de la Galería Lafranconi en Avenida Luro 3139 con un espacio para muestras de arte dentro de una tienda con venta de objetos de diseño, libros de editoriales independientes, música de sellos alternativos y obras de arte en pequeño formato. Durante un año y medio pasaron casi de manera interrumpida treinta y cinco muestras por el lugar, conformado un sector de referencia dentro del circuito del arte contemporáneo local. A partir de abril de 2016 Yoshimi estableció una alianza estrategia con Emprearte para gestionar la Galería Espacio 3/cuartos en Guemes 1227 con una superficie mayor destinada a muestras de arte. De esa manera cada artista está un mes exponiendo pero las muestras se intercalan y el público ve propuestas distintas siempre. Además la amplitud del lugar posibilita gestionar talleres, charlas y acciones de parte de Yoshimi, siempre en alianza con Emprearte.

Vuestra Merced

¿Y si abrimos algo de arte en nuestra propia casa? Los artistas Yamandú Rodríguez y Adriana Sassali no lo pensaron dos veces y crearon Vuestra Merced, un espacio no convencional de arte contemporáneo que funciona en un domicilio particular. Los eventos tienen una cuota de intimidad que no es posible encontrar en ámbitos públicos. Además los gestores de Vuestra Merced dan completa libertad a los artistas, “si quieren pintar una pared con otro color lo pueden hacer” dicen con total despreocupación. Desde performance experimentales hasta murales en la pared, la idea es acercar propuestas artísticas alternativas que no se contemplan en otros lugares con formatos más tradicionales de exhibición de arte. Para asistir a cada evento de Vuestra Merced es necesario acceder primero a su página en Facebook y solicitar la asistencia por mensaje privado. Un condimento más a la experiencia íntima que propone el espacio.

Cactus

El espacio físico es un componente fundamental a la hora de enamorarse de un lugar, por eso “Cactus espacio para crear” la propuesta coordinada por Julieta Basso, Lucia Ducombs Rueda y Claudia García Lorente tiene un ambiente cálido que se ajusta a medida a un proyecto que se encarga de impulsar la creación artista en la ciudad. Ubicado en la calle Catamarca 2977, en una pequeña casa reciclada en el centro de Mar del Plata, con un patio lleno de cactus y flores, hay un estilo que por momentos recuerda a los locales de diseño de Palermo en Buenos Aires. Desde junio de 2015 el sitio desarrolla varias líneas de acción que involucran la poesía, las artes visuales, el diseño, la gastronomía y la música.
Uno de los eventos más particulares es el ciclo Receta de Artista que consiste en una cena mensual donde el artista invitado expone, cocina y comparte la mesa con los comensales. Aprovechando el espacio que brindaba la propiedad, las gestoras del lugar, en colaboración con el artista visual Sergio Colavita, decidieron organizar exposiciones de arte contemporáneo para dar a conocer la producción actual de la ciudad. Hasta el momento participaron: Inés Drangosh, Victoria Boitano, Ignacio Mendía  y Santiago Ruau.

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Casa Intermitente

Casa Intermitente es uno de esos proyectos más revulsivos que se crearon en la esfera del arte contemporáneo local. Los artistas Marcos Calvari, Sabrina Etcherren, Sebastian Pantaleone y Florencia Silva se apropian de edificios en situación de abandono o que están próximos a la demolición para orquestar una serie de muestras experimentales aprovechando los límites del lugar.
Su primer centro de acción comienza en el terreno ubicado en  Rawson 4372 donde un antiguo aserradero condenado a la desaparición se convierte en el escenario de intervenciones visuales y sonoras que inrumpen furiosas en la mente del público que concurre a visitarlas. En 2015 gestionan una residencia para proyectos artísticos experimentales en la sede de Casa Intermitente que consigue una fantástica convocatoria con propuestas provenientes de varias partes del país y de lugares como Brasil, España, Canada, Chile y Estados Unidos. Luego de irrumpir con furor en la escena local, el espacio finalizó su primera etapa de manera abrupta con un desalojo que clausuró las muestras. Sin embargo Casa Intermitente sigue vigente elaborando alternativas, al ser un espacio nómade que se traslada de un lugar físico a otro con un formato deslocalizado permite varios escenarios de trabajo. En estos momentos Marcos Calvari y Florencia Silva, quienes quedaron a cargo del proyecto, están preparando un nuevo espacio físico por la zona de Punta Mogotes para lanzar el desafío de Casa Intermitente II.

Todas estas iniciativas que se describen representan una práctica asentada dentro de la cultura del “Hazlo tu mismo” mediante la creación de espacios independientes  con diferentes estrategias para obtener recursos y financiamiento que hagan posible llevar adelante sus proyectos en respuesta a necesidades que se presentaban en su camino. Estas alternativas también permitieron estimular la producción local , consolidar una comunidad a su alrededor con un público que fue aumentando al punto de transformarse en sostén y protagonista activo de estas iniciativas. En definitiva la autogestión de los artistas contemporáneos de Mar del Plata significó el sueño de hacer posible aquello que no tenía un nombre. Con sus propias manos escribieron una historia que sigue creciendo y será recordada como una etapa fundamental en la evolución del arte contemporáneo local.

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