Entrevista a José María Casas Two

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Gentileza de José María Casas Two

Imagen gentileza de José María Casas Two

Desde el primer contacto que establecemos, José María Casas «Two» se muestra abierto al diálogo, dispuesto a contestar un par de preguntas para armar una pequeña nota que permita difundir su próxima muestra que tendrá lugar el sábado 19 en Mar del Plata. Sin embargo aquella simple intención de una pieza de comunicación breve se transformó en una entrevista impensada. Salieron una serie de temas para indagar que recibieron respuestas profundas con una riqueza en su contenido que demandaron incluso algunas consultas más. Cómo preámbulo a la presentación de Abstracciones que podrá verse en Espacio 3 / Cuartos Nodos Galería ubicado en Garay 1227, José María Casas «Two» nos habla de sus búsquedas estéticas, de la oportunidad del artista de estar en contacto con el público para entablar un diálogo con la obra, de la necesidad de hacer más visible el arte en el interior del país, de su labor como gestor artístico para ganar en autonomía y de su visión del panorama actual del arte contemporáneo en Mar del Plata. Pasen y lean que hay mucha tela para cortar.

¿Qué podés comentarnos de tu muestra Abstracciones que vas a presentar el próximo 19 de septiembre en Mar del Plata?

Es un racconto de obras de los últimos tiempos. Por un lado llevo por primera vez a la ciudad algunas de las obras del 2015 que mostré en Buenos Aires en la muestra «Casas Hirschhorn Paredes», y por otro lado llevo también algunas obras anteriores que nunca había mostrado, y otras que si. Se trata de un nuevo espacio, conformado por 3 salas que dan para distintos tamaños de obras, y para revisitar pequeños formatos y obras fuera de serie que nunca habían sido expuestas.

Podríamos decir que la muestra es un recorrido por mi universo estético, en lugar de un recorte puntual sobre un momento de la producción, pero no me atrevería a llamarla «retrospectiva», porque no esta encarada con esa seriedad, sino mas bien desde un acercamiento mas «site-especific» de aprovechar el espacio de la mejor manera posible con obras existentes que hasta ahora no habían podido tener su oportunidad de visitar la ciudad.

¿Cómo definirías tus búsquedas estéticas en materia artística?

Me gusta jugar con la ambigüedad para no imponer una única interpretación posible de la obra, para que la cabeza del otro se vea obligada a trabajar, y exista un ida y vuelta


Yendo a lo específicamente teórico podemos hablar de que hay dos lineas que se tocan, por un lado una experimentación respecto a materiales, soportes, y superficies, y por otro lado un exploración del color mediante la pulverización de la forma para intentar liberar sus cualidades mas expresivas. Pero esas son coordenadas técnicas que fui aplicando para ir profundizando y desarrollando la obra. El contenido, que es lo que esta por atrás y le pone sangre a todo ese laburo tiene que ver con la generación de ciertos climas que operen como disparador no estructurado para quien esta en frente a la obra ¿Qué quiero decir con «no estructurado»? me gusta jugar con la ambigüedad para no imponer una única interpretación posible de la obra, para que la cabeza del otro se vea obligada a trabajar, y exista un ida y vuelta. La otra opción seria la salida cuasi fascista, controladora, de querer imponerle al otro una visiona única sobre la obra desde la propia obra, opción condenada obviamente al fracaso ya que la subjetividad de quien se para frente a la obra es en definitiva lo que termina de completarla, así que consciente de ello elijo incluirlo como una coordenada mas de trabajo en lugar de intentar denegarla.

Con respecto a ese concepto de obra abierta que planteas ¿cómo recibís ese proceso de interpretación de tu trabajo por parte del público? ¿considerás que el arte debe interpelar al otro para permitir un proceso de comunicación más amplio?

Es por eso que esta muy bueno estar en las muestras, no solo en la inauguración, donde se charla mucho y se mira poco, sino en el día a día.. encontrarse con la gente, ver que le pasa, que tiene para decir, en fin.. vivir la muestra


Me retro-alimento de dicho proceso. Parte de los cambios que fui introduciendo en mi obra fueron en base a ver las reacciones de la gente, a observarlas y medirlas durante las muestras. Un ejemplo es el no titular mas las obras, cosa que obviamente ya había hecho Rothko y no es ninguna novedad, pero que en mi caso surgió de ver que si a una obra le ponía un nombre que cerrara, fuera el que fuera, obturaba la experiencia. Si a una obra le pones de nombre «la vaca roja andando en bicicleta» y te sentás a mirar las reacciones del publico, lo que encontrás es una actitud de búsqueda activa de lo que enuncia el titulo, y por lo general el publico no para hasta «ver», o «encontrar» a la vaca y la bicicleta. El titulo, entonces, cortaba el vuelo que buscaba la obra, porque mientras desde lo visual intentabas abrir, y funcionar como un disparador, desde el titulo dabas comodidad y bajabas la ansiedad brindando un lugar seguro en el que apoyarse, y ahí se terminaba la chance de desestructurar un poco al otro y obligarlo a trabajar.

Es por eso que esta muy bueno estar en las muestras, no solo en la inauguración, donde se charla mucho y se mira poco, sino en el día a día.. encontrarse con la gente, ver que le pasa, que tiene para decir, en fin.. vivir la muestra.. de estar ahí vas encontrando hasta diferencias y predisposiciones muy distintas entre una cultura y otra. Cuando expuse «»Εν ΙΙαντα∀» en el Auditorium, única obra de 4,80×1,60 de la muestra «Mas allá de la superficie» tuve la suerte de coincidir con el torneo internacional de ajedrez. Pasaba por ahí, de rebote, de casualidad, no buscando arte, cientos de personas por día de todos los países. Todas las personas que se pararon en seco, como impresionadas, y le dedicaron un buen tiempo a la obra, y después se colgaron hablando con migo eran de Brasil, y a pesar de la barrera del idioma tenían una justeza para poner en palabras la experiencia que les generaba la obra, y lo que veían de mi en ella, que si te soy sincero no encontré hasta ahora en el país. Si me pongo a pensar en las características de mi obra, en el tamaño, el color, la profundidad, y la expresión, y en lo que se de la cultura brasilera, no es muy difícil entender porque.

Jose María Casas Two

Imagen gentileza de Jose María Casas Two

Tenemos entendido que la música ocupa un espacio importante en tu labor de creación ¿Qué otros elementos no relacionados con las artes visuales te inspiran en tu trabajo?

La música genera el tipo de experiencia que me interesa generar desde la obra, esa «inmersión», ese estar adentro, rodeando, por un clima puntual. Obviamente no hablo de cualquier música, es el tipo de experiencia que brindan las versiones mas abstractas: desde Bjork, Radiohead, y alguna electrónica, hasta la música clásica, los ritmos tribales, o las versiones mas voladoras del metal como Luzparis, Poseidotica, Apocalyptica, etc.

Me encanta la independencia que la música tiene respecto a la letra, su autonomía, no hace falta una letra para que algo pase, para que la sensibilidad se vea afectada y la cosa funcione, por eso mi búsqueda estética no solo esta emparentada con lo musical por el lado simple de «pongo música para generar un clima o un estado», sino también porque produzco imágenes para aquello para lo que no tengo palabras.. para lo que no me alcanza la palabra para ponerlo fuera y compartírselo a otro. Soy un convencido de que el lenguaje visual tiene autonomía propia, que no precisa de la palabra, ni del sonido, para comunicar, y esa es una de las banderas que a la hora de producir no tranzo.

La muestra «Sobre el espacio y el tiempo», que pudimos ver el año pasado en la ciudad, recorrió varias ciudades de Argentina ¿Crees que el arte debería ser una apuesta más federal para llegar a distintos lugares del país?

Totalmente. Siempre intente no llevar mi obra solamente a Capital, pero ahora que estoy en Buenos Aires intente reforzarlo aun mas para no quedar encerrado con mi obra solamente dentro de la General Paz. Por eso aposte a darle a la muestra el formato de «gira» e ir visitando distintos lugares. Hace unos 20 días estuve con algunas de esas obras, mas algunas nuevas, en Colón, Entre Ríos, como parte de la misma apuesta. Es una forma de ampliar el publico, de escuchar distintas voces, de tener el feedback de otros actores culturales, y de conocer otros artistas y encontrarse. También es una forma de darle mas vida a la obra… si expones en solo una ciudad que haces? la mostrás una o dos veces y ya esta? a la trastienda del taller a juntar tierra, o a alguna pared ajena si tuvo mejor suerte? El hecho de recorrer permite volver a mostrarla sin que sea «repetir» ya que el publico que la va a ver es otro. Eso en lo que respecta a la «apuesta personal», respecto al tema global creo que si, que por un lado los artistas deberían apostar a ir a todos lados con su obra, y no solo a capital, y por otro que capital debería abrir mucho mas las puertas a muestras de artistas que no viven en ella.

Hace pocos días fue designado Andrés Duprat como nuevo director del Museo Nacional de Bellas Artes, una de las propuestas que presentó fue hacer visible parte de las obras que no están exhibidas y mostrarlas en el Centro Cultural Kirchner, a priori es una buena idea pero no pensás que el museo debería incrementar su presencia en el interior para considerarlo verdaderamente Nacional y no solo de Buenos Aires

Creo que el Museo debería tener, directamente, sedes en el interior del país. Habría que pensar bien las ciudades, ya que quizás, pisando las capitales provinciales, se pierde un poco una gran oportunidad de darle vitalidad a otros puntos. El museo tiene un acerbo patrimonial inmenso que duerme la siesta en el sótano, y con unas 12 o 15 sedes en el interior del país se podría sacar a la luz esas obras. Lo ideal seria un museo con varias salas dedicadas a la colección, con una o dos salas dedicadas a hacer circular muestras actuales por el país (pasando de sede en sede del museo), y una sala mas pequeña dedicada a lo local/regional para apostar también a generar contenidos en la zona y no solo bajarlos desde el centro a esa ciudad.

También deberían operar como oficina de la Secretaria de Cultura, ya que hay tramites que para las personas del interior se te hacen imposibles como ser el tramite para sacar obras del país. Otro ejemplo era el Salón Nacional, que de federal tenia poco ya que viviendo en Capital mandabas tu obra por 100 pesos en un flete, mientras que si estabas en Jujuy o Santa Cruz el costo era de $1500 como mínimo; hoy eso se modifico con la aceptación a partir del 2015 de carpetas con foto en lugar de ser solo presentando la obra, pero durante años fue una política que dejaba en claro la centralidad de Buenos Aires. Teniendo sedes, con áreas geográficas delimitadas, el proceso de selección podría ser regional, y luego nacional, dando lugar a una premiación intermedia que estimulara y apoyara la actividad en la zona.

Obviamente cada sede debería tener también un auditorio, y salas taller, donde llevar actividades de formación y capacitación, que podrían integrarse con algunas de las políticas del Fondo Nacional de las Artes que si intenta hacer un poco mas de pie en el interior. Por otro lado, como decía mas arriba, esto generaría también un recorrido cultural por el interior del país, cuando uno viaja afuera lo primero que busca son los museos, y la colección del MNBA tiene obras en el sótano por las que valdría la pena viajar a ciudades del interior. Es una apuesta fuerte, pero creo que podría funcionar muy bien.

Te instalaste en La Paternal en Buenos Aires con tu taller y gestionaste un espacio como Gabinete 2577 una Galería pensada por Artistas para Artistas ¿Cómo fue esta experiencia?

En gabinete los artistas no pagan por el alquiler de la sala, ni tampoco se les cobra comisión alguna en caso de que vendan, el gran riesgo era obviamente ver si el publico respondía, si las muestras se llenaban, y si el artista igual vendía, y la verdad es que vienen sucediendo todas las cosas

Muy satisfactoria. Es un proyecto artístico-político, una apuesta por la reflexión respecto a los derechos de los artistas, a quererse un poco más y no dejarse robar y manosear tanto por los intermediarios, y la verdad es que viene funcionando. En gabinete los artistas no pagan por el alquiler de la sala, ni tampoco se les cobra comisión alguna en caso de que vendan, el gran riesgo era obviamente ver si el publico respondía, si las muestras se llenaban, y si el artista igual vendía, y la verdad es que vienen sucediendo todas las cosas.. el publico responde, los artistas se enganchan, y por suerte tuve el gusto de compartir horas de trabajo, mate, y montaje, con artistas a quienes admiro por su excelente obra y que quizás no encontraban un lugar acorde al proyecto que querían presentar.

Mañana (sábado 11/9) inauguramos nuestra primera muestra internacional, con la obra de Francisca Silva (Brasil) que se esta hospedando en la residencia que tiene la galería. Luego el mes que viene tenemos una colectiva que viene también de Brasil. Este año tuvimos también, en esa apuesta de federalizar un poco, de funcionar de punta de Proa para entrar en Baires, a Artistas de Mar del Plata, Rosario, Paraná y Concepción del Uruguay que viajaron para exponer y se hospedaron en la Galería.

En los últimos tiempos toma cada vez más protagonismo un artista con un perfil de gestor para financiar, difundir, exponer y vender sus trabajos ¿Cómo consierás esta práctica?

Me parece perfecto, le permite al artista recuperar cierta autonomía para si y para su obra que es algo que en los últimos tiempos se ha venido perdiendo. Cuando yo empece en esto las comisiones del 50% eran una rareza de las 3 o 4 galerías tope de gama, las que invertían en la carrera del artista, y movían la obra a full, el resto cobraba un 20% o 30%, hoy cualquier cuartito de 3×3 pintado de blanco en el fondo de una galería medio muerta tiene pretenciones de exclusividades y porcentajes del 50% a cambio de nada, ya que no tienen ni nombre, ni prestigio, ni nada que aportarle al artista.

Mas arriba usábamos a la música de ejemplo, retomemos porque es mas que pertinente: si hoy a un músico le preguntas sobre el valor de ser un artista independiente no tiene ninguna duda respecto a que responderte, es una coordenada de posicionamiento político en la que la música lleva años de ventaja respecto a las artes visuales, hoy ningún músico serio sueña con un contrato con SONY y las grandes disqueras, pondera la libertad a la hora de crear y modelar su propio sonido por sobre las necesidades mercado. En artes visuales ocurre lo contrario, hablas de artista independiente y no saben ni de que les estas hablando, es un concepto que no entienden, el sueño de la mayoría es un contrato de representación con una gran galería, contrato que incluye comisiones del 50% y exclusividad absoluta en lo que respecta a como mover y mostrar la obra. Cuando hablas de cambiar las cosas, de hacerse respetar, siempre hay algún cordero que sale a defender al lobo utilizando el discurso del amo. Lo que en la música ya se detecto, y comenzó a corregir, el temita de los intermediarios y su tajada, en artes visuales aun ni siquiera es tema de debate.

Es verdad que existen también algunos que eligen un circuito que podríamos denominar «institucional», y quizás las galerías les quedan en segundo plano porque con premios y becas les basta, pero en eso tampoco hay independencia: ser parte exige amoldarse a ciertos modos de producir y a ciertos modos de justificar la obra que no dejan mucho margen para la búsqueda estética. Producir en un contexto de institucionalización absoluta, donde la obra es tratada como una tesis o investigación científica, solo deja lugar a lo predecible y a una obra circular que se aísla del publico y solo genera un dialogo teórico con obras muy similares. Ojo: no digo que no se deba reflexionar sobre la obra, que no se deba investigar que esta pasando en el arte actual, pero hoy en día se le exige al artista que no haga solamente su trabajo, sino también el del critico, el del curador, y el del historiador del arte, y ahí la que sale perdiendo es la obra.

Las expresiones artísticas y los espacios dedicados al arte contemporáneo parecen evidenciar una fase expansiva en los últimos años, sin embargo a veces queda la sensación que el público que accede sigue siendo limitado ¿Qué pensás al respecto?

Fue imponiendo un circuito que a pesar de que en sus textos dice hablar y reflexionar sobre el mundo en que vivimos, y sobre temáticas que nos atraviesan a todos, en la realidad no logra dialogar con quien vive esa realidad todos los días.


Como te decía antes, cierto modo de hacer, de producir, y de justificar la obra fue imponiéndose en Latinoamérica luego de las privatizaciones de los 90`s. La aparición de grandes fundaciones, e instituciones, que daban becas, y premios, vino de la mano con capacitaciones y exigencias especificas en lo que respecta a que hacer, como hacerlo, y como armar una carpeta. No todo el espectro de artistas y creadores lograron enmarcarse en ese proceso. Para algunos fue cosa fácil, porque era su tipo de obra, y cuando uno va a sus muestras la cosa realmente funciona: no hace falta ni leer el texto porque el concepto ya llega desde lo visual. Sin embargo hay otros artistas que con tal de estar adentro entraron en el terreno de la simulación, de la ficción, de ponerse a: 1) hacer el tipo de obras que le pedían, y por ende se pusieron a copiar; o 2) mantuvieron su obra pero tranzaron en lo que respecta a la justificación de la misma, y eso da por resultado textos que son puro «copy and paste», que no suman nada a la obra, y que para el que leyó filosofía son realmente una paparruchada.

Todo esto genero un recorte en la obra que se expone, se fue imponiendo un circuito que a pesar de que en sus textos dice hablar y reflexionar sobre el mundo en que vivimos, y sobre temáticas que nos atraviesan a todos, en la realidad no logra dialogar con quien vive esa realidad todos los días. Hay una estética del vacío, que quizás no solo exprese le neoliberalismo salvaje en el que fuimos naufragando, sino también el vacío interior, la nausea, de aquellos creadores que para poder vivir de lo que les gustaba hacer se vieron forzados a la simulación y a un constante tire y afloje en un mundo de amiguismos y trafico de influencias. Me parece que el publico, al que se le exige teoría y se lo subestima, no es bobo, y tiene la sensibilidad exacta para diferenciar la paja del trigo, para darse cuenta si hay un contenido real por detrás de esa obra, o solo temas tratados con la asepsia de lo «políticamente correcto».

Por otro lado es increíble la falta de honestidad intelectual, y como ya dije: el publico no es bobo y eso lo nota. Cuando trabajas en ciencia citas el estado del arte, no intentas venderte como un genio que hizo algo vanguardista y novedoso, porque lo que encontrás en lo esperable y evidente a partir de un punto de partida dado. Cuando en arte se plantea laburar de esa manera, que critique mas arriba, te encontrás con que no se cita, y que en esa exigencia boba de priorizar la novedad por sobre el contenido se intenta barrer bajo la alfombra a los predecesores para impostar como nuevo algo que no lo es. Si vamos a los casos de cabotaje es un clásico encontrarse con que se intenta vender como novedad, como lo ultimo, algo que ya se viene haciendo desde los `60… arte conceptual? esta perfecto! pero el concepto implica contenido, y ponerse a laburar, no me corras con que es nuevo porque ya se hizo, y no me copies algo de afuera porque con una simple búsqueda en Google la copia salta.. simplemente labura y hace una obra que cuando la veamos nos pegue un cachetazo y nos deje sin palabra porque cuando una obra conceptual es buena y funciona es precisamente eso lo que pasa! sino te sale seguí intentando hasta que salga! justamente de eso es que se trata!

Jose María Casas Two

Imagen gentileza de Jose María Casas Two

¿Cuál es el mayor compromiso de un artista con su obra?

En su momento me decidan que por lo de SAC estaba loco, que como hacíamos ese esfuerzo, y siempre respondí lo mismo: que en esas 18hs de estar rodeado de montañas de cartón corrugando, de nylon con burbujitas, y con cientos de obras en frente para colgar, era el tipo mas feliz del mundo.. que eso valía el esfuerzo.


La sinceridad para con lo que se hace y la humildad, como decía mas arriba, sino no hay obra. Y eso implica, obviamente cuidarla, no dejarla manosear, no transarla para figurar, no vedetearla, en incluso quedarse afuera si defender la obra tiene esa consecuencia.

Cuando entre en este mundo pensé que me iba a encontrar con personas con una sensibilidad especial, para las cuales el arte era lo mas importante. El deambular por el mismo me fue mostrando que el arte esta de la puerta del taller para adentro, que de tanto en tanto se escapa y sale a la calle, pero que lo mas habitual que te encontrás en el mundo del arte es: EGOS, gente que usa al arte para otra cosa, que no lo hace, vive, y respira por una necesidad interior, sino que ve en el una manera de ascenso social rápido, que ve una manera de tapar sus inseguridades, que lo usa para tener fama, etc. Lamentablemente son los mismos que después no defienden su laburo, ni sus derechos, que firman exclusividades, porcentajes del 50%, y lo que sea con tal de llegar… Que en definitiva, a la hora de escalar no tienen miramientos, ni escrúpulos, y obviamente están dispuestos a tranzar «la obra» porque no es «obra», no hay nada personal en ella, la libido no esta puesta ahí, entonces no les jode que se las toquen.

Por suerte hay también otro lado, artistas que hacen la suya, que si pueden dar una mano la dan, que no amarretean un contacto, y con los que te sentás a hablar de igual a igual y a disfrutar de esa experiencia maravillosa que es el arte. A esos los encontrás medio de rebote, en su taller, en el under, en alguna muestra, o haciendo cosas en donde la onda es otra como fueron SAC MdP, Postal 7600, y hoy es Gabinete 2577. En su momento me decidan que por lo de SAC estaba loco, que como hacíamos ese esfuerzo, y siempre respondí lo mismo: que en esas 18hs de estar rodeado de montañas de cartón corrugando, de nylon con burbujitas, y con cientos de obras en frente para colgar, era el tipo mas feliz del mundo.. que eso valía el esfuerzo. Bueno, hoy en Gabinete 2577 esos 2 o 3 días de estar tomando mates con un artista con su obra en frente, pudiendo conocer su trabajo de primera mano, y colaborando en el montaje para que su laburo se luzca lo mejor posible, pagan cualquier esfuerzo o sacrificio.. y es la manera optima para conocer artistas de verdad en lugar de vedetongas del arte.

Hace varios años que estás instalado en Buenos Aires, sin embargo teniendo en cuenta tu cercanía con la ciudad me gustaría consultarte cómo ves el escenario del arte contemporáneo actual en la ciudad de Mar del Plata ¿Qué cambios percibís desde tu experiencia con el SAC hasta el presente?
La veo mucho mas activa y movida. Cuando se realizo la ultima edición de SAC los chicos de Mundo Dios estaban presentando la primera Beca, hoy 4 años después se los encuentra consolidados, esa experiencia pudo volver a repetirse exitosamente con una segunda edición, y ya no son los únicos sino que ahora también El Querido pudo obtener el apoyo del FNA para una nueva beca para los artistas de la ciudad. También de la mano del nuevo museo están pasando cosas, y ademas de haberse dado un poco de lugar a 2 o 3 locales por muestra, también se están generando actividades formativas interesantes como la nueva Beca que comenzó hace poco.
Es verdad que se perdió SAC, y cerraron muchos espacios que había abiertos en ese entonces, pero otros lugares fueron abriendo y tomando la posta. Es un poco la dialéctica de la ciudad: existe un área de vacancia muy grande en lo «institucional», en especial por falta de políticas municipales concretas, que siempre fue suplida desde lo privado por parte de iniciativas –de patriadas de voluntarismo– de artistas o de grupos de artistas. Esas distintas iniciativas siempre fueron como focos, fogoneos, con una duración de 3 a 5 años, que luego cuando decaían justo surgía una nueva propuesta que tomaba la posta.
Por hacer una recorrido apurado podemos pensar en el Fondo Internacional de Arte Contemporáneo del Vasco Besoytaorube, que fue donde comenzó a gestarse gran parte de lo que vemos hoy en la ciudad. El Vasco había estado en la primera Beca Kuitca, lo que vivió y aprendió allí lo impresiono al punto tal que en lugar de quedarse en Capital a aprovechar un éxito seguro, decidió volver a su ciudad a generar algo que le permitiera a sus colegas vivir una experiencia de formación como la que el había vivido. Se gestiono así la llegada a la ciudad de clínicas de obra por las que pasaron la mayoría de los artistas de la ciudad que hoy dominan la escena. Luego, cuando esa experiencia comenzaba a declinar la cosa siguió en el MOTP, luego en el Bruzzone en los encuentros de dialogo con artistas y en Baltar Contemporaneo, luego estuvo SAC, Mundo Dios, ahora el Querido, y esto solo a modo de resumen ya que hubo bastantes experiencias mas que merecerían la pena ser nombradas. (También hay que destacar, aunque fuera de esta dinámica porque nunca naufrago, al Trimarchi DG, porque los cerebros que trae a la ciudad a dar conferencias son de un aporte enorme, y siempre funciono como ejemplo de que las cosas en la ciudad se pueden hacer bien, con el mejor nivel y standard alto en lugar de apostar a recortes de cabotaje.)
Pero en todos estos fogoneos hay un patrón constante: inician por un acto de voluntad de una o mas personas, se sostienen hasta que situaciones de la vida (temas laborales, enfermedad, mudanza, un embarazo) hacen que ese esfuerzo personal ya no sea posible, y ahí donde debería entrar la ayuda del estado, o de los colegas, para tomar la posta y sostener esa experiencia, viene una carencia y la experiencia se termina a la par que en otro punto de la ciudad surge una nueva. Creo que es ahí, justo ahí, donde la pata estatal de la cosa viene fallando, hace falta un radar para detectar estas experiencias que dinamizan y potencian el arte de la ciudad, y apuntalarlas para que se sostengan en lugar de que desaparezcan. Lamentablemente el estado municipal ha venido operando mas como palo en la rueda que como apoyo. Quizás Mundo Dios y El Querido sean dos experiencias que logren saltar del plato de esa dialéctica. De ser así podremos decir que realmente ha cambiado algo en la ciudad. Sino podremos disfrutar de los nuevos fogoneos, eso si, encarguémonos de que la llama no se apague nunca… que si un espacio se apaga, si o si aparezca otro, sino va a haber un cambio, pero para mal.

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