Estaba contemplando la obra Autarquía Romántica de Estefanía Mateo cuando escucho la conversación de dos mujeres. ¿Qué material será? le pregunta curiosa una de ellas a su compañera señalando el trabajo. Me acerco hasta donde se encuentran para comentarles que se trata de pintura sintética. ¿Pero sobre qué está pintado? vuelve a consultar una de las dos. Entonces intento explicarle que todo es pintura, que esa consistencia elástica que pueden apreciar se adquiere a través de proceso de secado por el cual la artista logra manipularla para después presentarla con esa forma. Miran nuevamente entre el asombro y la desconfianza, incluso una ensaya un movimiento impulsivo para tocarla.
Después de aquella conversación me quedo pensando más detenidamente en la obra. Entonces percibo que la acción de Estefanía Mateo convierte a la pintura en una triada en donde el continente, el medio expresivo y el contenido son la misma entidad.
Autarquía Romántica es una propuesta atractiva, cálida y a la vez cumple una función de reflexión sobre los límites de la pintura en el arte. Transformada en una sustancia sólida por la artista, la pintura permanece suspendida desde una gruesa barra en lo alto de la cúpula del Foyer bajo del Teatro Auditorium como un cielo sintético de tonos saturados. El interior del material conserva una dinámica de trasmutación que se evidencia en las texturas, los grumos condensados y los efectos de las fricciones que desencadenan desgarros corrosivos. En los extremos se forman picos que se balancean en el aire hasta caer como hojas secas sobre el piso de la sala en una tarde otoñal.
El tiempo es el principal instrumento del cual se vale Estefanía Mateo para transformar la sustancia con la cual trabaja. La artista extrae el esmalte líquido como un taxidermista para formar diferentes capas que va acumulando y reservando en un proceso de secado que luego le permitirá construir diferentes prototipos artísticos. La pintura permanecerá adormecida en ese cuerpo sólido durante un período que puede durar años. Estará quieta esperando el llamado para iniciar otro ciclo, donde pueda volver a fluir con la conciencia de una vida anterior que late con fuerza en su interior ¿Cuál es el límite de la pintura? Seguimos pensando, seguimos disfrutando de una búsqueda que nunca se termina.
Autarquía Romántica
Estefanía Mateo
Teatro Auditorium
junio-julio 2016