Renassense, el Cocktail #18 con Sergio Colavita y Facundo Miranda

Renassense me pareció un término hermoso para describir la muestra 18 de la Galería Cocktail. Indudablemente el proceso de producción de Sergio Colavita y Facundo Miranda evoca una especie de acción renovadora en donde los materiales parecen vencer un destino marcado por el olvido, la desaparición o incluso algo peor como la indiferencia absoluta.  La transformación no solo está relacionada con su aspecto, sino también con un sentido distinto al cual el sistema de producción puso en su destino. El cambio por supuesto alcanza al artista en un proceso de constante evolución hacía una vida nueva con cada nueva creación.

Sergio Colavita construye objetos emplazados en superficie planas que inclina en forma de rombos, son piezas muy luminosas y de un fuerte placer visual. Entre los materiales predominantes encontramos el vidrio, pero a diferencia de otras obras que vimos anteriormente, en este caso no emplea pequeños recortes, sino placas más grandes con algunos relieves, también encontramos combinaciones con otros materiales brillantes como el metal.  La decoración es recargada, barroca y como señalamos antes con mucha luz, por momentos parece que estamos contemplando una especie vitroux de un extraño culto. Lo fragmentario juega también un papel importante, con ensambles, con profundidades y proporciones geométricas.

DSCN9890B.redimensionado

Por su parte Facundo Miranda sigue profundizando en sus propuestas con esculturas, objetos e instalaciones que surgen del apoderamiento que hace de restos de maderas y sogas. Una constante en sus trabajos es la tensión en la cual permanecen los materiales, un poco desafiando el equilibrio y por otro lado entregando una especie de alegoría a la comunidad como vínculo de pares. Sobre una tabla inclinada vemos agrupados varias piezas de madera, la escena  provoca una clara imagen de suspensión, parece que van a caerse en cualquier momento, pero una presión invisible producto de la fuerza de los elementos que intervienen las agrupan contra el destino de una caída segura.

DSCN9897B.redimensionado

El ensamblado de las diferentes partes  cuenta historias perdidas, vidrios y maderas murmuran una segunda vida, un relato que esconde una resurrección tal vez de características profanas, pero no por ello más fascinantes. El poder del arte para transformar la materia en su dimensiones formales, estéticas y perceptivas. Y por supuesto para modificar nuestra mirada, la de los espectadores.

Pablo Hansen, dos veranos

Pablo Hansen "Dos veranos"Después de contemplar las obras de Pablo Hansen en su muestra «Dos Veranos» queda la sensación de estar frente a un artista que parece componer la estructura de sus trabajos como una melodía de Jazz, una base geométrica de una estructura formal y unos elementos armónicos, recortes de papeles con diferentes texturas, que funcionan como improvisaciones alrededor del tema central. Los múltiples detalles observables, pasando por los materiales, los tonos y las formas,  crean  un fenómeno de alteración de las coordenadas espaciales y de la percepción, en donde es posible identificar movimientos, alteraciones, ilusiones y rupturas en los distintos entramados que conforman las composiciones.

DSCN9944.redimensionado

Algunos de los trabajos están conformados por pequeños paneles cubiertos con cientos de recortes de papeles superpuestos entre si, con distintas dimensiones, espesores y diseños que se van repitiendo a lo largo de todos los trabajos siguiendo un patrón compositivo, los mismos elementos pero con variaciones distintas, esa especie de improvisación jazziada de la cual hablábamos anteriormente. También se evidencia un juego con la textualidad, frases impresas provenientes de paquetes de Yerba recortados en trozos pequeños, mezclados al azar, combinados a modo de contrapunto con la simetría cromática del resto de los materiales.

En otras ocasiones los papeles siguen un trazado de líneas y diagonales entrecruzados que a la distancia recrean una alteración óptica que establecen relaciones de movimiento entre las tramas. Por momentos quedamos atrapados en una lógica de inestabilidad, un viaje alucinatorio por formas que ejercen una alteración en  la obra, los papeles parecen ir zigzagueando hasta modificar su posición.

DSCN9940.redimensionado

Hansen utiliza en algunos cuadros placas de fibrofácil perforadas que producen una separación de planos en el espacio interior de la obra, parecen estar en un estado de flotación, son como aberturas que van desnudando algunas zonas de los trabajos,  cortinas de una geometría cruda que revela el escenario profundo de la obra.

Como una brisa suave que devuelve la sensación de un tiempo más cálido, la muestra de Hansen nos permite un tránsito por una agradable terreno visual que abona una geometría encargada de explorar un espacio construido a partir de pequeños fragmentos, con una extrema precisión en la composición y con un ritmo que se hace irresistible a nuestros sentidos. El verano siempre es para disfrutarlo y si es con arte mucho mejor.

 Pablo Hansen «Dos Veranos»
Galería Casa de Madera Rawson 2250
Fotografías: Natalia Müller

Nahuel Giuffrida Circlos

Hipnóticos, sugestivos por momentos imprecisos, los objetos de Nahuel Giuffrida marcan una mezcla de emociones intensas que transitan la tensión entre un plano racional geométrico y un mundo más visceral compuesto de materiales crudos. La muestra Circlos, que puede verse en Yoshimi, es una interesante propuesta para conocer a un artista que reinventa formas a partir de un proceso en donde rescata elementos de los bordes de la sociedad, la basura, el desuso, lo inservible, aquello que dejó de cumplir un valor funcional.

Giuffrida parte de formas geométricas simples (triángulos, líneas, círculos) para formar figuras abstractas que desvelan un sentido preciso de la representación espacial a las cuales agrega un interesante manejo del color, que se desvela en los tonos primitivos de los materiales y en los restos de maderas con pinturas desgastadas por el tiempo, que agregan un acento marcado de equilibrio visual en las composiciones.

DSCN9906_B

Cuando contemplamos la muestra queda flotando en el lugar una extraña sensación de estar frente a obras que parecen conservar en su interior una memoria de su anterior naturaleza, piezas de madera que fueron abandonadas o descartadas y que luego  de un proceso de recolección, selección y ensamblado se despiertan con una nueva conciencia producto de su transformación en elementos estéticamente complejos, más íntimos, armónicos, con una función distinta al de su pasado, buscando explorar el deseo visual en su contemplación. Nos quedamos un buen rato parados frente a esas representaciones, buscando los detalles, examinando las texturas, todo aquello que parecía un conjunto abigarrado de elementos dispuestos al azar se revelan como un diagrama de encastres precisos que detrás de una mecánica analítica encierran una belleza que desnuda una lógica emocional.

DSCN9912_b

Uno de los trabajos principales de la muestra está compuesto por una serie de tres discos donde las formas  juegan contrapuntos en una danza de contrastes, las rectas de los listones construyen las esferas, una enorme ilusión óptica que se agrega a la manera en la cual están superpuestas las maderas, con estrías que dan un relieve con gran cantidad de variaciones provocadas por la diferencia de tonos, texturas y volúmenes de la madera.

Como bien señala Vera Capilla en el texto que acompaña la muestra, el proceso de Nahuel Giuffrida opera en un sentido inverso, es un reciclador estético de materiales olvidados, marginales, abandonados,  los cuales consigue destilar para crear objetos con nuevas identidades de una naturaleza cautivadora.

Circlos de Nahuel Giuffrida
Yoshimi Catamarca Catamarca 1569 – Local 13

DSCN9844.redimensionado.bajas

La conexión textual de Mariano Cegna en su muestra 1984

«Quien controla el pasado controla el futuro;
quien controla el presente controla el pasado»
George Orwell

Mariano Cegna encara un desafío sumamente interesante, conectar el medio textual con el visual a partir de los entrecruzamientos, vinculaciones y referencias que emergen entre sus pinturas y la novela 1984 de George Orwell que retrata una sociedad totalitaria de pesadilla en donde un ente superior denominado «El Gran Hermano» se encarga de mantener vigilados y controlados a todos los ciudadanos.

DSCN9844.redimensionado.bajas

Los trabajos de Cegna discurren por distintos escenarios de la novela en una cita constante, empleando técnicas expresivas diversas, desde la pintura, la intervención textual, el dibujo, el collage, los soportes digitales e incluso la instalación de una cámara de seguridad, todo constituye una especie de multiplataforma de medios visuales al servicio de la descripción del universo orwelliano. Lo interesante de todo el proceso es sin dudas la adaptación personal que el artista hace de las referencias que extrae de la obra.

Una de la series de los trabajos está compuesta por rostros que representan a los principales personajes del libro, valiéndose de gestos distorsionados de un marcado expresionismo geométrico crea una atmósfera alucinatoria en su contemplación. Las telas más grandes reúnen algunos escenarios de la novela donde la paleta de colores y los trazos de las líneas tienen el poder de crear ambientes opresivos y voluptuosos con una mirada intensa que nos sumerge en esos espacios grotescos que retrata el libro.

DSCN9810.redimensionado.bajas
El lenguaje está fuertemente presente en toda la muestra, desde extractos del libro que sirven para conectar los trabajos visuales con la novela, representaciones visuales con distintos signos  o números, frases con dibujos o intervenciones directas sobre textos con pinturas. Es casi como una presencia visual del texto, una búsqueda de convertir en pictórico al lenguaje mismo.  La muestra también tiene un componente digital extendido a partir de un código QR que vincula la obra  con una página de Facebook con información adicional.

1984 de Mariano Cegna es una apuesta interesante, con nuevas lecturas de la obra, con una mirada renovada,  con interrogantes que surgen luego de contemplarla, porque Cegna no se encarga de ilustrar un libro, sino de potenciar su sentido para otorgarle significados adicionales.

Mariano Cegna – 1984
Velas de la Ballena Alsina 2773

Registro fotográfico: Natalia Müller